LUCIA
Narran los lugareños que una xana
vive escondida en estos valles,
refugiada entre espinas y rosales,
y aunque al alba amanece gitana
-es niebla peregrina de los mares,
y viste de rocío las mañanas-,
su alegría salada sabe a Norte
ensalzando a las olas con su danza.
-Hechicera que arrulla a las montañas,
sembrando con el vuelo de su falda
de nubes a sus montes-.
¿De dónde vienes niña,
con los rizos de escarcha,
los brazos como el agua,
los pies sobre la nieve,
la mirada perdida
y el corazón valiente?.
Mas ella no responde:
sólo entiende de besos de ternura,
su carita en la palma de mi mano,
mi mano compañera en su aventura,
amor en el ocaso de un milagro.
Yo sé donde se esconde:
En mi regazo guardo todavía
el tacto de sus alas diminutas,
su mirada, dos gotas aperladas,
y mis lágrimas.
Y aunque tiene una sombra en el alma,
cruza el puente de vida hacia la aurora
mientras baila su luz en mi ventana.
M.A.W. Febrero 2005 ®
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